martes, julio 26

De vivos y muertos...

Hace un par de semanas fui a desayunar con mi padre a una cafetería y un hombre de aproximadamente 80 años se acercó a saludarlo. Lo invitamos a tomarse un café en nuestra mesa mientras llegaban sus amistades con las que compartiría la mañana. Charlamos de todo un poco. En lo personal me gusta mucho escuchar viejas historias, de esas contadas por los abuelos. El señor, médico de profesión y de nombre Rodolfo Sayeg, resultó ser amigo muy cercano del fallecido poeta chiapaneco Jaime Sabines, de quién admiro su obra de valor inmensurable y a quién debo mil y un noches de desvelo acompañado de los más excelsos poemas así como las más intensas emociones. El doctor revivió anécdotas de él y de don Jaime y para mí resultó tremendo placer el poder escucharlas. Llegaron al fin sus conocidos pero antes de ir a su mesa, quiso compartirme un poema de otro de sus amigos, a quien según él, también se le daba eso de escribir poesía. Me ofreció una disculpa por no recordar el nombre del autor (su amigo) y tras ello, me recitó el poema justificándose al decirme que quizá no era el mejor pero que para un viejo como él, tenía mucho significado. Antes de pasarse a su mesa, quiso escribirlo en mi agenda para que yo recordara su mensaje... Hoy revisando mis notas lo encontré, justo cuando atravieso un estado de ánimo que se asemeja al de alguien que está como muerto en vida... apagado, confundido, desmotivado... las razones son varias (necesitaría más de un largo post para contarlo) aunque la verdad, trato de que no se note, porque trabajo fuerte en ello. Hoy sólo comparto mi sentir y las letras que el doctor Sayeg me obsequió, palabras que me recuerdan que no es necesaria la muerte física para sentirse ausente, lejos... muy lejos de este mundo.
No son muertos
los que en dulce calma
la paz disfrutan
en su tumba fría;
Muertos son
los que tienen muerta el alma
y viven todavía...
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No, no son muertos
los que reciben rayos de luz
sobre sus restos hiertos;
los que mueren con honra son los vivos,
los que viven sin honra son los muertos;
La vida no es la vida que vivimos...
la vida es el honor y es el recuerdo,
por eso hay muertos en el mundo vivos
y tantos que viven en el mundo... muertos.