martes, julio 5

En el auto... anoche...

-Hijo, ¿qué se te antoja para cenar?
-Una hamburguesa, de las de la casetita esa del Boulevard.
-Mmm a mí se me antojaban tostadas.
-Vamos entonces por unas tostadas.
-Y no, pero tú quieres tu hamburguesa.
-No importa madre, me es igual y además... las tostadas nos quedan de camino a la casa.
-Pero tú quieres hamburguesa, y mira que trabajas mucho como para que no te des tus gustos.
-Eso no importa, en serio que me da igual.
-No, de verdad, que lo de las tostadas era un antojito nada más, pero tu debes tener mucha hambre y mejor que comas algo que te llene más, e igual y pedimos 2 de las gigantes que le llaman y yo me como la mitad y la otra mitad para tu hermana.
-Esta bien, vamos a lo de las hamburguesas....Y bueno cuéntame, ¿al fin terminó el pintor con el pasillo y la otra habitación?
-No, sabes que se tuvo que ir temprano porque no sé que comió que comenzó a sentirse mal y me pidió permiso para irse a descansar. Algo me contó su ayudante de no se qué puesto de tortas y hamburguesas cerca de su casa, que ya van 2 o 3 vecinos a los que la comida les cae como bomba y uno hasta el hospital fue a dar bla bla bla bla... y a mi la desconfianza que me dan esos lugares que luego no tienen bla bla bla bla... y entonces bla bla bla....por que siempre lo he dicho: la salud de uno bla bla bla bla....
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-¿Buenas noches joven, qué va a llevar?

-3 tostadas tradicionales de pollo y 1 especial pero sin el picante ese porfavor.

Madre... sólo hay una! (dicen siempre por ahí)