¿Lo(...)cura?

¿Qué necesito para volverme loco? ¿o para hallar la cura?
(...)
La noche me cubre como el velo de una viuda
y el sueño me devora por completo la cordura;
De la oscuridad emerge tu sombra
como daga reincidente,
que hiere y me congela,
que quema y me llena (de historias tristes la cabeza)
(...)
A veces pienso (en mis instantes de cordura)
que mi locura no somos más que tú y yo
encontrándonos de nuevo
en noches frías y de bruma...
en el filo del armario o en aquel poema de Neruda,
en la orilla de mi vaso con agua
o en el cuerno de la luna.