miércoles, mayo 30

Nuestro miedo más profundo

Nuestro miedo más profundo no es creer que somos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es saber que somos poderosos más allá de la mesura.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que más nos asusta.
Nos preguntamos “¿Quién soy yo para sentirme brillante, atractivo, talentoso, fabuloso?”
Pero, en realidad, ¿quién eres tú para no serlo?
Tú eres un niño de Dios.
Tu juego a ser insignificante no sirve al mundo.
No hay nada de iluminación en hacerte menos, con el fin de que otras personas no se sientan inseguras a tu alrededor.
Todos podemos brillar, tal como lo hacen los niños.
Todos nacimos para manifestar la Gloria de Dios que se encuentra en nuestro interior.
Esta gloria no está dentro de unos cuantos, está dentro de todos nosotros.
Y cuando permitimos que nuestra propia luz brille, inconscientemente damos la oportunidad a otras personas de hacer lo mismo.
Conforme nos vamos liberando de nuestros miedos, nuestra presencia libera a otros automáticamente.

Marianne Williamson

lunes, mayo 28

El dolor...

...es útil algunas veces... te recuerda que estas vivo.

martes, mayo 8

Duelo

Ayer lunes alrededor de las 6 pm falleció una de mis tías más queridas. Duele. Un ataque fulminante al corazón terminó con su vida e ilusiones. Era la más guapa de todas mis tías, y aquella que hacía siempre el esfuerzo de mantener unida a la familia. Dejó en pena a mi tío y a mis tres primos. Lo que fue desgarrador fue ver a sus dos hijas mujeres llorar hasta desfallecer. Duele. Aún no lo puedo creer, no lo puedo concibir. Tenía cuarenta y tantos. Y una vez más la vida (o la muerte) me da razones para reflexionar sobre lo frágil de nuestra existencia y una vez más la muerte me da razones para mentarle la madre!. Porque se ha llevado a un ser humano maravilloso, miembro de una familia genial y muy unida. Cuando me acerqué a mi tío lo único que pudo decirme con su voz quebrada y sin derramar una lágrima, fue: "Hijo, no sabes que de la chingada se siente esto... que de la chingada"... Yo sólo lo abracé, no podía hacer más... y duele... este pinche duelo duele. Al velorio asistieron centenas de personas ya que mis tios y primos son muy queridos, y también porque mi familia es muy grande, pero aún así, entre toda esa gente vestida con colores oscuros, uno se sentía solo ayer, anoche, en la madrugada... solo. Yo no he dormido... sólo he venido a casa a bañarme y cambiarme... y a desahogarme un poco en la soledad de mi habitación, sin tanto extraño rodeando mi pena. Cada quien asume sus perdidas a su manera... Yo sólo puedo quedarme callado... y a veces, llorar. Si no salen las lágrimas, salen las reflexiones, las inevitables y pinches reflexiones... Ahora voy de vuelta al abrazo con los míos. A las 4 pm cremarán el cuerpo de mi tía Elenita. A las 4 de este pinche día sus cenizas se volverán eternas y sólo nos quedará el recuerdo... duele.

Por cierto, he quitado mi post anterior porque me dio rabia, porque no soporte ver mi sonrisa mientras en mi alma tengo esta pena y la imagen de cada uno de los miembros de mi familia llenos de lágrimas por nuestra pérdida. Lo siento. Lo hice como un arrebato tonto quizá, pero cuando quise recuperar la imagen ya no lo logré. (Sé que lo entenderás).