viernes, junio 20

FIN

... de ésta fantástica Odisea.


EPÍLOGO.
Anoche, tras tomarme un par de cervezas con un amigo con quien llevo 23 años de amistad, me quedé dormido a la 1.23 a.m. Ayer mismo instalaron un aire acondicionado nuevo en mi recámara; por la noche la temperatura era de 22 grados. Antes de dormir leía el capítulo XVI de "El guardián entre el centeno" de J.D. Salinger... pensaba en el desayuno de hoy: Un par de huevos estrellados con frijoles, pan tostado con mermelada y café. Cómo me desperté tarde salí corriendo al trabajo... no desayuné. La mañana amaneció nublada pero en mi cabeza hay planes de un picnic el domingo en las grutas de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. (En mi cabeza siempre hay planes). Para el día lunes debo hacer 6 video-animaciones para una pantalla electrónica, pienso entonces que si no voy el domingo a San Cristóbal, me escaparé al menos a la matiné del cine. Pienso también en un blog nuevo, pero aún no sé si lo tendré. Lo que si sé es que ha sido divertido esta aventura de escribir en la red. Agradezco a las lectoras y lectores, a los amigos encontrados en diversas latitudes. Hoy pienso en lo grandioso de muchos de estos encuentros. Me gustan los encuentros. Quizá esta noche vea a una amiga a quién no veo desde hace 4 años... iremos a un lugar cerrado, hoy vi en el calendario que comienza un nuevo verano, pero al planeta eso le importa un comino, acá sigue nublado y lloviendo. Ayer me agarró por sorpresa la lluvia en la calle y terminé empapado y hoy sólo sé que en este blog no queda nada más que decir...