La bitácora de Carlos: un viaje constante desde su cabeza al mundo de afuera, de ida y vuelta, siempre en movimiento...
martes, febrero 19
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Hay días en que por un pequeño instante, entre el recuerdo de antiguos nombres de mujer, sueños inconclusos y ciertas melodías mientras uno conduce por el boulevard... uno se siente simplemente... vacío.
Ayer sacudía el polvo del armario y revisaba un par de viejas cajas llenas de papeles, fotos y discos. Me topé con buenos momentos de la memoria traducidos en notas musicales, papel fotográfico y postales. Entre los cd's me encontré uno que escuchaba mucho cuando conducía de Villahermosa hacia Tuxtla Gtz. Lo escuchaba sobretodo cuando me tocaba viajar de tarde-noche puesto que las luces del camino me servían de guías hacía el pasado (aunque prefiero viajar de día porque de noche luego no veo bien). La noche y la música de esos discos siempre me transportaban por arte de magia a muchos buenos recuerdos.
Les dejo con esta rola que me dedicó una vez una amiga y que era uno de mis tracks predilectos de uno de los cds. La escucho y se me adormece el corazón...
Comunicólogo de profesión, Publicista por necesidad, Creativo y soñador por convicción. Coleccionista de cine de autor, amante del buen café y el chocolate amargo. Gustoso mezclador de vino tinto con buenas charlas, de esas que nutren. Un imaginante más, viajero y libre hasta donde se pueda...