Postdata
El chiste es que los 500 kilómetros -ida y vuelta- valieron un buen la pena... vaya que sí... dure lo que dure el efecto este que me hace sentir cosquillas en la panza.
La bitácora de Carlos: un viaje constante desde su cabeza al mundo de afuera, de ida y vuelta, siempre en movimiento...
Este post sonará algo cursi pero que más da:
Hoy la vida me reiteró (por enécima vez o más) que no siempre obtienes lo que quieres, aunque hagas todo lo posible por hacer realidad tu deseo. En mi caso era cierto anhelo... una pequeña ilusión. Una que me hizo conducir 245 kilómetros por carretera para ir de un estado del país a otro. Viajé para ver a una persona, pero por ciertas circunstancias no pude hacerlo. (tales circunstancias fueron totalmente válidas y a su vez me dieron gusto -por la persona en cuestión-).
Mi consuelo es que al menos lo intenté. Recorrí entusiasmado el camino imaginándome un encuentro muy agradable y placentero. Je je... será en otra oportunidad.